Felipe Urdaneta Gómez

Exalumno Promoción 1983

En esta oportunidad, la Asociación de exalumnos entrevistó al gimnasiano, Felipe Urdaneta Gómez, exalumno de la promoción 1983, médico graduado del Colegio Mayor de nuestra Señora del Rosario, máster en educación médica de la Universidad de Florida.

Actualmente es profesor asociado de anestesiología, en la facultad de medicina de la Universidad de Florida y forma parte del comité de administración de veteranos del Centro Médico en Gainesville, Florida.
Es el autor de Timeline of Airway Management. Miembro de la Airway Management Society, dónde preside el Comité de Comunicación y Medios, al igual que de la Society of Head and Neck Anesthesiology y la American Society of Critical Care Anesthesiologists.

A continuación, les presentamos la entrevista que la Asociación le realizó a Felipe:

Asociación de Exalumnos del Gimnasio Moderno (AEGM):

¿En qué año entró al Moderno?

Felipe Urdaneta (FU): Yo, entré a Montessori en 1970 y terminé en 1983. Duré mis 13 años de colegio en el Moderno, fui uno de los pocos que estuve con el mismo grupo durante los 13 años.

1971, Montessori A- Felipe Urdaneta ubicado en la 1ra fila, 6to de izquierda a derecha

(AEGM): ¿Qué es lo que recuerda con más cariño del colegio?

(FU): Lo único que tengo hacia el colegio es cariño, tengo muy buenos recuerdos porque ahí fue donde crecí, aprendí a leer, a escribir, todo… Es parte de mi vida. Todos los que estuvimos ahí sabemos el aprecio y el afecto que le tenemos al colegio, a los compañeros y a los profesores que nos formaron.

(AEGM): Para usted, ¿Qué es el espíritu gimnasiano?

(FU: Son muchas cosas. Pero yo creo que son los principios que uno tiene para toda la vida. Yo sigo con la misma disciplina de confianza, son de esas cosas que no se le olvidan a uno.

(AEGM): ¿Hay algún profesor que haya marcado su paso por el Moderno?

(FU): Creo que todos lo marcan a uno. Unos más que otros, pero sin duda, para mí, aunque tuve un contacto mínimo con él, pero para mí, es El Prof. Fue bastante estricto, pero muy amable.

Recuerdo una anécdota con él… un día estaba sentando en uno de los troncos del colegio y El Prof me dice: “señor Urdaneta, ¿usted dónde está?” y yo me asusté un poco porque pensé que había hecho algo malo, y le respondí: “estoy en La Raqueta”, a lo que él me dice: “No, es que si usted se pone a mirar a su alrededor, y sabe en que tronco está sentado y sabe qué especie es, y si se pone más analítico con las cosas de su alrededor, usted puede hacer algo en su vida”, y eso me dejó muy sorprendido y me puso a pensar que muchas veces no miramos lo que tenemos alrededor.

(AEGM): ¿Cuál es la excursión que más recuerda?

(FU): Una de mis grandes metas es volver y conocer el Río Orinoco, pues cuando estuvimos en sexto de bachillerato, nuestra excursión la planeamos para allí, pero hubo un invierno la cosa más impresionante y no pudimos llegar, fue toda una odisea. Esas experiencias lo marcan a uno.

(AEGM): ¿Cree que su paso por el Moderno definió el camino que escogió en su vida?

(FU): En el colegio había tres sectores: a los que les gustaban las matemáticas, los que les gustaba la biología y a los que les gustaban las letras y las artes. Yo no era tan bueno para las matemáticas, no era malo, pero tampoco era bueno; para las letras tampoco era tan bueno y tampoco me llamaban mucho la atención, por el contrario, me llamaba mucho la atención la bilogía.

Recuerdo que en esa época el exalumno Arturo Mejía, nos daba biología y me parecía muy interesante. Ahí fue cuando escogí la medicina.

También tengo una anécdota muy interesante, la comparto siempre que me preguntan el por qué para volverme anestesiólogo… En tercero o cuarto de bachillerato, estuvimos en una excursión en el Nevado del Cocuy y nos cayó una nevada impresionante, fue una tormenta que nos acabó el campamento, fue una locura. Para colmo de males, uno de mis compañeros, Hernando Ramírez, empezó a ponerse enfermo. En plena nevada se nos acabó el oxigeno suplementario y este hombre se nos estaba muriendo, le estaba dando lo que hoy sé que es un edema pulmonar, cada vez se ponía más azul porque le faltaba el oxígeno, en ese momento nadie tenia idea de lo que estaba pasando y no sabíamos qué hacer.

Después de un rato salió el sol, este hombre estaba casi moribundo, afortunadamente ese día nos devolvíamos. Lo que hicimos fue amarrarlo en la mula y echarlo montaña abajo y así se salvó. Después supimos que tenía un problema en el corazón, pero él, ni nadie, sabía.

A mí eso me marcó, me pareció interesantísimo y desde ese momento me interesó la parte cardiovascular, que es a lo que me dedico hoy en día y siempre digo que fue gracias a esa excursión del colegio.

(AEGM): ¿Qué proyectos, a nivel profesional, se vienen en su vida?

(FU): Actualmente soy profesor de anestesia en la Universidad de La Florida, y en eso sigo. Mi tarea es la formación de profesionales y me gusta mucho. Nuestra residencia es de tres años y me gusta mucho formar a mis estudiantes desde pequeños, hasta que se gradúan y verlos crecer y ayudarles a hacer los pasos que se denominan como los importantes y cumplir las metas anuales que tenemos con ellos. Esa parte me interesa mucho a mí y a eso me dedico.

(AEGM): ¿Qué consejo le daría a los gimnasianos de hoy en día?

(FU): Lo que les puedo decir es que ojalá tengan el mismo cariño y hayan aprendido tantas cosas, además de académicas, como lo hicimos nosotros, los de mi generación. Yo se que son generaciones totalmente diferentes y quizá han cambiado muchas cosas, pero yo creo que los principios establecidos no se pierden. Espero que tengan los mismos valores y la misma ética personal y profesional que tuvimos nosotros. Eso fue algo que nos inculcaron mucho a nosotros. El lema es: “Educar antes que instruir”, ojalá eso siga siendo así.

Promoción 1983, grupo 11A. Felipe Urdaneta, ubicado en la segunda fila, 7mo de izquierda a derecha.

Con total agradecimiento, despedimos a Felipe Urdaneta, deseándole lo mejor en sus proyectos profesionales y felicitándolo por sus logros y el gran camino que ha construido en el campo de la anestesiología.