Luis Guillermo Vicaría Delgado

Exalumno Destacado- mes de mayo

En esta ocasión, el equipo de La Cartelera entrevistó a Luis Guillermo Vicaría Delgado, exalumno de la promoción 1988.

Vicaría es maestro en música, director de la Orquesta Sinfónica Javeriana y profesor del Área de Dirección del Departamento de Música de la Universidad Javeriana. También se desempeña como asesor de los grupos juveniles de la Orquesta Filarmónica de Bogotá y como miembro del Comité Asesor de música del Banco de la República.

Ha dirigido la Orquesta Filarmónica de Bogotá, Filarmónica Joven de Colombia, Orquesta de la Universidad de Delaware, UNC Symphony Orchestra, UNC Sinfonietta, Orquesta del festival Pergine Spettacolo Aperto, y Fort Worth Youth Orchestra, entre otras.

A continuación, presentamos la entrevista completa:

Asociación de Exalumnos del Gimnasio Moderno (AEGM): ¿En qué año ingresó al Moderno?

Luis Guillermo Vicaría (LGV): Yo entré en el año de 1975, ingresé a Montessori y mi profesora era en ese momento, Marisol Ferro

(AEGM): ¿Qué es lo que recuerda con más cariño del Colegio?

(LGV): Es difícil definir algo específicamente, pero es inevitable pensar en tantos espacios en donde crecieron amistades muy valiosas; espacios como los recreos, la palabra recreo tenía una definición muy especial, cuando uno se refería a ellos en el colegio, y todo lo que estaba alrededor de eso, espacios como la tienda de López, Bollito y Bollita, todos los espacios donde pudimos compartir con las personas, son muy especiales.

Cuando estábamos pequeños, era muy importante el espacio donde le dábamos comida a las palomas. Cuando nos llevaban a tirarnos dentro del “popo” de las palomas y el “GM” de la raqueta, en donde me acuerdo muy bien de los empleados del colegio, cuando pasaban con bolsas cargadas de comida y la repartían y empezaba a llegar una cantidad de palomas… Ese tipo de espacios parecen un poco normales, pero tienen una gran intensidad en la relación con nuestros compañeros y con el colegio mismo.

(AEGM): ¿Qué profesor marcó su vida? ¿Por qué?

(LGV): Pues tengo muchos profesores, podría recoger algún aprendizaje de cada uno de los que tuvieron que ver con mi vida escolar.

Por supuesto profesores que me marcaron por lo que hago hoy en día, son los profesores de música de tuve a lo largo de los años, comenzando por Beatriz, profesora de canto en los primeros años de primaria.

Me acuerdo de este salón que había debajo de los Montessori, que alguna vez les dio por modernizar y le pusieron alfombra y eso tenía un olor a pecueca concentrada, después de las tres de la tarde era espantoso… Me acuerdo de que entrabamos allí, cantábamos el himno del colegio, el himno nacional, y cuando nos castigaban, nos ponían a calentar narices o a levantar los brazos..

Por otro lado, recuerdo a mis otras profesoras de música, quienes se dedicaron de una manera especial a lo que estoy haciendo hoy en día, ella fueron Martha y Nohra Figueroa, a quienes les guardo un inmenso cariño y muchos recuerdos. También, al profesor Leal, con quien teníamos clase de música y también era el director del coro y recuerdo mucho que, hasta tercero de bachillerato, por la tarde, teníamos clase con él en la iglesia y había cierta camaradería entre todos y justo cuando sabíamos que iba a sonar la campana que anunciaba el cambio de clase, comenzábamos a cantar lo más duro posible para que él no la pudiera oír y así podíamos quedarnos un poquito más de tiempo en su clase y de pronto podíamos capar un poquito de la siguiente.

Hay alguien más que mencionaría, que para mi fue muy importante y es El Prof Bein. En él siempre vi una personalidad en la que se resumía parte de lo que siempre inspiró a Don Agustín, con respecto a su filosofía de la educación, y pienso que esta filosofía en donde hay un compromiso absoluto con la pedagogía, es donde está la base de la formación integral del ser humano. Creo que me enseñó mucho y es algo que manejo en gran medida, en lo que yo hago hoy en día al enseñar.

(AEGM): Para Ud., ¿qué es el Espíritu Gimnasiano?

(LGV): Yo creo que es algo difícil de definir en palabras precisas, pero definitivamente es un ambiente que está presente en las relaciones de las personas del colegio.

Eso está relacionado con la forma de tratarse, con las vivencias en común de muchos años, que es una presencia tácita y que se hace evidente cuando uno se reúne con compañeros que no se reúnen hace mucho años y ahí encuentra uno esa relación y creo que esas son las manifestaciones de esto que se denomina espíritu gimnasiano.

(AEGM): ¿Cuál fue la excursión que recuerda con más emoción? ¿Por qué?

(LGV): Yo creo que las recuerdo todas porque de verdad eran algo muy especial. En las excursiones se veía muy marcado lo que llamamos el espíritu gimnasiano. Tengo unas que recuerdo más que otras, porque fueron muy especiales.

Recuerdo muy bien la excursión que hicimos a Ciudad Perdida, creo que mi grupo fue el primero en ir a este destino, porque en ese tiempo se empezaron a abrir estos espacios para llegar allí. Fue una excursión de gran exigencia física, de gran exigencia con los compañeros, me acuerdo del desarrollo y el ánimo de colaboración, porque eran jornadas muy extensas. Había situaciones en donde la gente botaba comida porque tenia que liberar peso para poder caminar. Tengo una cantidad de anécdotas particulares de esta excursión, que definitivamente me marcaron y creo que nos marcó a todos los que tuvimos la fortuna de hacerla.

(AEGM): Alguna anécdota o pilatuna que nos quiera compartir…

(LGV): Yo en realidad fui muy juicioso y creo que una de las cosas que después vine a reconocer con mucha claridad, era que siempre las cosas que hacia o las pilatunas que llegaba a hacer, estaban enmarcadas en el respeto hacia mis compañeros y mis profesores, y eso fue compartido con algunos de mis compañeros.

Algo de lo que siempre me acuerdo cuando me reúno con mis amigos, fue que, en un evento de la semana cultural, en una de las actividades que hacían en el Gimnasio Cubierto, (en esa época el cubierto todavía no tenía el piso sintético que tuvo después),  había unas tablas y recuerdo que, con un par de amigos, Santiago Pardo y Ernesto López, nos dio por meternos debajo del cubierto. En la entrada había unas rejillas que le daban acceso a la parte de abajo del cubierto, hacia la parte del piso, la tierra, los cimientos de la estructura. Entonces nos dio por entrar allí debajo, donde por supuesto era muy oscuro, y nos dio por hacer una hoguera, entonces comenzó a salir humo por entre las tablas del Cubierto, y bueno… yo no recuerdo los detalles de lo que pasó después, no recuerdo que me hubieran regañado, ni castigado al respecto. Es más, no tengo presente si nos identificaron, pero si recuerdo que pasó eso y hoy en día lo recuerdo como una anécdota un poquito divertida.

(AEGM): ¿Cree que su paso por el Moderno definió su vida? ¿Por qué?

(LGV): Claro. Yo creo que es inevitable que cualquier lugar en donde uno está por 13 años, compartiendo con una serie de personas, defina lo que uno es. Y pues claro, indudablemente mi paso por el Moderno definió gran parte de lo que soy.

Gran parte de lo que soy es lo que pude desarrollar con mis amistades. No soy una persona de gran cantidad de amigos, pero si tengo mis amigos muy marcados y creo que marcaron y siguen marcando mi vida.

(AEGM): ¿En qué está actualmente Luis Guillermo Vicaría?

(LGV): Yo me formé como músico, en este momento soy el director de la Orquesta Filarmónica de la Universidad Javeriana y trabajo en la Universidad Javeriana desde hace muchos años.

Yo primero me formé en la Universidad Javeriana de Bogotá, luego hice estudios de postgrado en Londres, después volví a Bogotá y trabajé un tiempo, después me fui para Estados Unidos e hice estudios de maestría y doctorado en Dirección de Orquesta.

He trabajado durante muchos años en la Universidad Javeriana, ahora como director de la orquesta y enseñando en la carrera de estudios musicales y también me he desempeñado en otros ámbitos: soy parte del comité asesor de música del Banco de la Republica y también he sido parte del comité académico de la Fundación Salvi, que se encarga de organizar el Festival Internacional de Música de Cartagena. Esto cambió un poquito con la pandemia, pero es algo en lo que también me he desempañado.

También trabajé, hasta hace un par de años, en la Orquesta Filarmónica de Bogotá, trabajando con los grupos juveniles.

También hago proyectos particulares, por ejemplo, ahora en octubre voy a dirigir un concierto en la Biblioteca Luis Ángel Arango con composiciones de una directora colombiana. La semana pasada terminamos una gira que hacemos con la Orquesta Filarmónica de la Universidad Javeriana, en Francia, en donde realizamos unas presentaciones en teatros muy famosos y terminamos esta gira con una presentación en el Anfiteatro de la Universidad de Sorbona, en París.

A eso me dedico yo, en resumen, soy director y profesor de música, a parte de ser esposo y papá.

(AEGM): ¿Qué consejo le daría a los gimnasianos que están próximos a graduarse?

(LGV): El paso a la vida universitaria siempre es difícil porque es cambiar, después de estar 13 años en un entorno con cierta comodidad, es llegar a un entorno nuevo, en donde no están los mismos compañeros y donde uno pasa de ser una persona reconocida a ser un anónimo, entre otras cosas..

Básicamente el consejo o la reflexión es que, los limites en la vida se los pone uno mismo y no el mundo.  Esos límites se rompen cuando uno, en la planeación de lo que uno quiere, siempre tiene la conciencia del respeto por las personas y el reconocimiento de quienes están al lado de uno.

Agradecemos inmensamente a Luis Guillermo por su tiempo, lo felicitamos por sus grandes logros y admiramos su gran espíritu Gimnasiano.

Los invitamos a ver la entrevista a continuación: