En esta oportunidad la Asociación de exalumnos entrevistó al gimnasiano, Felipe Guhl Nannetti, exalumno de la promoción 1967. Biólogo, Microbiólogo, Magister en Parasitología Tropical y Diplomado en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres. Actualmente profesor Emérito de la Facultad de Ciencias, de la Universidad de los Andes y director del Centro de Investigaciones en Parasitología Tropical.

Felipe Guhl obtuvo el diploma que lo acredita como Miembro de TWAS (Academia de Ciencias del Tercer Mundo -Third World Acadmy of Sciences)

A continuación, les presentamos la entrevista que la Asociación le realizó

Asociación de Exalumnos del Gimnasio Moderno (AEGM): ¿En qué año inició en el Gimnasio Moderno?

Felipe Guhl (FG):

Yo inicié en segundo de bachillerato, exactamente en el año 1963. Venía de un colegio bilingüe en el cual no me pude acoplar bien y entonces llegué al colegio porque mi tío, Guillermo, tenía una buena amistad con don Agustín y vio que había una posibilidad de que yo iniciara en el Gimnasio, lo cual cambió radicalmente mi vida.

(AEGM): ¿Qué es lo que más recuerda con cariño del colegio?

(FG): Del colegio recuerdo muchísimas cosas con cariño, tengo muchos recuerdos gratos, pues la vida en el Gimnasio era muy agradable, existía la posibilidad de crear buenas amistades. Tuve una recepción hermosa por parte de mis compañeros, a pesar de que no me conocían, y bueno, realmente yo empecé a sentirme muy bien, me sentí como en casa desde el primer día que estuve en el colegio.

(AEGM): ¿Qué profesor marcó su vida?

(FG): Tengo un recuerdo muy grato con El Prof, quien marcó mucho mi vida, no solo en el colegio, sino en mi vida profesional. Con él, tuve el primer encuentro con “el cocodrilo”, recuerdo que un día me dijo: – señor Guhl, venga, voy a presentarle un personaje muy importante del Gimnasio -, y fuimos al Edificio Principal, al altillo, donde estaba el famoso cocodrilo, que todavía conservamos con tanto cariño.

Ese tipo de experiencias me cambiaron la percepción, cambié de una esfera represiva, del colegio del que venía, a un ambiente de libertad y compañerismo en el que te valoraban como persona. Yo creo que una de las características claves que tiene el Gimnasio, es que se valora mucho a cada uno de sus estudiantes, la filosofía del Gimnasio es escarbar en cada uno de ellos y sacar lo mejor.

Como te comentaba, El Prof marcó mucho mi vida tanto personal como profesional, en aquella época existían los cursos adicionales (intensificación) en quinto y sexto, en los que tú te dedicabas a Ciencias Naturales, Ciencias Sociales o Humanidades, donde cada uno de los estudiantes veía cuál era su inclinación y hacia dónde quería ir, eso era una posibilidad de desarrollo maravilloso.

(AEGM): ¿De ahí surgió su carrera profesional?

(FG): Desde el comienzo en el Gimnasio me incliné por las ciencias, yo recuerdo muchísimo al profesor Rafael Camargo que nos dictaba Ciencias Biológicas y Anatomía, profesores maravillosos que hacían que las inclinaciones profesionales que uno tenía crecieran cada vez más. Los profesores te daban esa oportunidad de crecer. Recuerdo haber llevado los elementos que nos mostraban en clase, para repasar un poco las estructuras o tejidos, incluso calaveras humanas o de animales, a la casa y traerlos al día siguiente al colegio, era esa sensación de libertad, le permitían a uno sumergirse en el mundo que le gustaba.

En ese momento el colegio no era bilingüe, por lo que el inglés era un poco precario, aunque este aspecto no era lo principal del Gimnasio en esa época, lo era la formación humanística y las ciencias. Una cosa que me llama la atención es que si uno hace un recuento de los egresados de esa época hay músicos, astrónomos, biólogos, ingenieros, antropólogos, en fin, una amplia gama de lo que cada uno quiso convertirse en la vida.

Recuerdo que llegar al colegio era como llegar a la casa, por ejemplo, la piscina que obviamente no tiene nada que ver con la piscina que tenemos hoy, se encontraba llena de renacuajos, helada, con algas, no era una piscina de aguas trasparentes ni mucho menos, pero ahí nos formábamos y ahí había que nadar y hacer unas competencias que eran parte integral de la formación del colegio, al igual que los deportes que eran fantásticos. Recuerdo al profesor Silva que venía de la Marina y era una disciplina férrea y muy rígida pero realmente buena; teníamos competencias de 100 metros de carrera y salto alto, una infinidad de deportes en los que cualquier estudiante que quisiera profundizar, lo podía hacer.

Los profesores eran realmente buenos, como el profesor Pinzón en Química, que era un personaje fantástico, o los profesores Rafael y Arturo Camargo, en Cálculo, increíbles también. Yo aún conservo algunos de mis cuadernos del Gimnasio por que me gustaba mucho, la manera en que se enseñaba, uno lo trasmitía en sus escritos en el cuaderno, se formaba uno muy bien.

(AEGM): Para usted, ¿Qué es el Espíritu Gimnasiano?

(FG): Para mí es libertad, confianza, compañerismo, autoestima, son valores que siempre se resaltaron en el colegio y permitían sacar lo mejor de cada uno de los estudiantes. Por ejemplo, la libertad: en quinto y sexto, yo estuve en el comité de El Aguilucho, fue la primera vez que alguien de quinto hacia parte de esa revista, fui editor con algunos compañeros y sacamos una edición de esta revista en quinto y dos en sexto.

El colegio te daba un espacio para reunirte en el comité editorial, nos reuníamos para saber cómo íbamos a ensamblar El Aguilucho, a establecer que personas íbamos a invitar, para que escribieran en la revista, buscando hacerlo de la mejor manera y resaltar lo bueno que hacia el colegio.

En quinto de bachillerato que fue en el año 67, habían pasado muchos años en que no había actividades de teatro en el Fernández Madrid, donde está ahorita la biblioteca, solo nos reuníamos los viernes a escuchar conferencias, que por lo general las hacían los profesores que eran realmente increíbles, hablaban de los vuelos espaciales, cosas del momento que le llamaban a uno la atención, y surgió el teatro de nuevo por lo que El Prof preguntó que quién quería pertenecer y yo me lancé, me pareció como chévere, hicimos El médico a palos de Molière, nos reunimos alrededor de ocho alumnos y El Prof dirigía la obra.

Esa era la vida en el Gimnasio, poder desarrollarse en los intereses que cada uno tenía. A penas inicié en el colegio, pertenecí a la Banda, después competimos mucho con Jorge Martínez, un gran amigo del Gimnasio, por ser el tambor mayor en sexto. La banda siempre ha tenido una cosa muy particular y es que es manejada por nosotros mismos, entonces yo me acuerdo que, el Tambor Mayor saliente escogía quiénes deberían ser: Jefe de Redoblantes, Tambor Mayor y Corneta Mayor, y escogió a Jorge como Tambor Mayor y a mí, como Corneta Mayor. Entonces recuerdo que salíamos a la calle por la novena e íbamos hasta el Gimnasio Femenino, porque obviamente teníamos que llamar la atención de las niñas; una experiencia fantástica estar en la banda.

Todos estos son recuerdos imborrables que hacen del Gimnasio un lugar único e increíble.

Yo tuve la suerte de compartir mucho con El Prof, a partir de cuarto, en su finca de Tabio. Un día él me dijo: -Mire señor Guhl, quiero invitarlo a Tabio, usted puede escoger dos amigos más para que vengan con usted, porque “los amigos de mis amigos son mis amigos”- eso no se me puede olvidar, yo decía: – ¿De dónde yo soy amigo de El Prof?-, entonces invité a dos amigos, con los que repetimos posteriormente esas cabalgatas inolvidables con El Prof, quien tenía una cabeza maravillosa y era un maestro en todo el sentido de la palabra. Me siento sumamente grato de haber compartido con él las cabalgatas y en la noche las charlas al frente de la chimenea, esas conversaciones me marcaron muchísimo.

 

(AEGM): ¿Cuál es la excursión que más recuerda?

(FG): Excursiones muchísimas. Fuimos como dos o tres veces a Ubaqué a pie, eran excursiones durísimas pero fantásticas, después por cuestiones de seguridad no pudimos hacer excursiones sino hasta quinto, que fuimos al Nevado del Cocuy, la hicimos varios de los amigos, Rafael Arriaza, Jorge Martínez, Tamayo, Lira… bueno con muchos, tal vez éramos ocho o nueve, recuerdo que no fuimos con El Prof, pero si fuimos con el profesor Pérez que era el profesor de historia. Cuando estábamos saliendo, El Prof nos dijo: -Señores, recuerden que cuando lleguen al Cocuy deben amarrarse unos con otros porque puede haber grietas-.

Pensábamos que El Prof estaba exagerando un poco, pero igual llevamos las cuerdas. Subimos a la cumbre del Cocuy, llegamos al Púlpito del Diablo, hicimos unas fotos maravillosas, preparamos la comida en hoguera y todo esto hizo que existiera una unión de compañerismo maravilloso.

Yo llevaba la cámara y les dije: -Hagamos una cosa, como El Prof dijo que nos teníamos que enlazar entre nosotros pues hagamos eso y nos tomamos la foto para que estemos todos unidos a través de los lasos.

Efectivamente, nos amarramos y nos tomamos la foto, después cuando estábamos bajando sentimos de golpe, un jalón tremendo y efectivamente Jorge Martínez, se fue por una grieta, que, si no hubiera estado amarrado a los demás, como dijo El Prof, Jorge estaría todavía debajo de la nieve.

Esa fue una de las experiencias que uno no puede olvidar en las excursiones, fuimos a la Cueva de los Guacharos, fuimos a San Agustín el Parque Arqueológico. Yo creo que las excursiones en el Gimnasio son un elemento absolutamente fundamental, por que son lo que le permiten al alumno enfrentarse con la verdadera Colombia y eso lo ha tenido el Gimnasio muy arraigado y es un pilar de los gimnasianos absolutamente importantísimo.

(AEGM): ¿Cómo identificar a un gimnasiano?

(FG): Te mira de frente claramente y lo ves desinhibido. Nosotros ya cumplimos 50 años y tuvimos un almuerzo que nos brindó el colegio, nos reunimos un 70% de los dos sextos lo cual fue muy grato, esto ayuda a unir esa amistad que se generó a través del tiempo en el colegio. Yo aún me veo con algunos de mis compañeros y esto sirve como reflejo del colegio, ya que los amigos que haces en el colegio son los verdaderos amigos para toda la vida.

 

(AEGM) ¿Cree que su paso por el Moderno definió su vida?

(FG): Sin duda, yo tenía tendencia hacia las ciencias naturales y eso me lo explotaron en el colegio muy bien. El Prof, por ejemplo, en vacaciones salía del país y me decía: -señor Guhl el invernadero queda bajo su responsabilidad-, en este lugar había plantas carnívoras, peces, tortugas, mejor dicho, un laboratorio viviente, era el honor de los honores que quedara a mi cargo.

(AEGM): ¿Qué está haciendo actualmente? ¿Algún proyecto que tenga en mente?

(FG): Hoy en día soy Profesor Emérito en la Facultad de Ciencias de la Universidad de los Andes, en Ciencias Biológicas, mi tema es Animales Parásitos en el Trópico, enfermedades parasitarias trasmitidas por insectos vectores. Estamos trabajando mucho, en distintos escenarios de trasmisión, un poco lo que está ocurriendo hoy con la pandemia, ¿cuál es el origen de estos agentes infecciosos?, ¿por qué pasan del ambiente natural hacia los humanos?, toda la parte de intervención humana en los ecosistemas, análisis del cambio climático, de la genética de los parásitos, de la genética de los insectos, trabajamos de la mano con la Organización Mundial de la Salud, con diversas agencias europeas.

Sigo de profesor de tiempo completo en los Andes y de estas enseñanzas fantásticas del Gimnasio, busco sacar lo mejor de cada uno de mis estudiantes, adoro mi profesión y me siento realizado con lo que hago, siempre pasar por el colegio trae esos recuerdos maravillosos, yo hoy en día tengo el honor de pertenecer al Consejo Superior del Gimnasio y hemos trabajado de la mano con el equipo de Rectoría y los demás Miembros del Consejo en los últimos años. Gracias a esto me siento tan feliz de poder poner un granito de arena adicional al funcionamiento del colegio y creo que hemos logrado, a lo largo de estos años junto al equipo rectoral, hacer unos cambios interesantes en el colegio. Para mí es un honor recibir la medalla de oro Agustín Nieto en el centenario del colegio, cuando me lo dijeron no me lo podía creer, me llegó al corazón esta distinción, me siento muy orgulloso de ser gimnasiano.

(AEGM): ¿Qué consejo le daría a los gimnasianos de hoy en día?

(FG): El consejo que les daría es que aprovechen lo que les brinda el colegio en su máxima plenitud, el colegio sigue ofreciendo ese ambiente cálido que te hace sentir feliz, esto siendo el común denominador que hace que te sientas bien y por tanto no quieras salir de allí, el colegio sigue ofreciendo ese ambiente cordial, ambiente de compañerismo, comprensión de los profesores hacia sus alumnos, amabilidad y caballerosidad que hace que te sientas bien y sea muy formativo. Entonces lo bonito es que todos estos elementos se complementen. El Gimnasio Moderno tiene esas características que difícilmente se encuentran en otro colegio.

 

Con total agradecimiento, despedimos a Felipe Guhl, deseándole lo mejor en sus futuros proyectos y felicitándolo por sus logros y la gran huella que ha dejado en el país con su labor desde la biología.

Entrevista a Felipe Guhl