FERNANDO GÓMEZ BAQUERO

El Ingeniero Industrial y Economista de la Universidad de los Andes, con maestría en Ingeniería a Nano escala de la State University of New York, donde también terminó sus estudios de doctorado. Fernando Gómez Baquero exalumno de la promoción 1996, ofreció una entrevista exclusiva al equipo de La Cartelera, en días pasados.

Gómez Baquero se autodefine como un nerd muy energético y, sobre todo, emprendedor incansable. Se ha desempeñado como mentor de compañías que trabajan temas de innovación digital, nuevos materiales para el transporte, creación de mejores vehículos eléctricos, mejora de la energía eólica y solar, uso de redes sociales para agradecer, entre otros muchos emprendimientos. Se ha especializado en materiales de almacenamiento de energía novedosos, económicos y análisis de políticas de nanotecnologías, métricas de ciencia e innovación, emprendimiento en ciencia y tecnología, comercialización de investigación académica.

Es básicamente un científico. Se concentra en la investigación de materiales inorgánicos nanoestructurados para aplicaciones en baterías, emprendedor de empresas en energías renovables, director de los programas de emprendimiento de Cornell University en el campus de tecnología en New York City llamado Cornell Tech y director de emprendimiento de Jacobs Technion-Cornell Institute que es la colaboración de Cornell Tech con la Universidad Tecnológica de Israel (Technion).

Presentamos aquí la entrevista:
La Cartelera (LC): ¿En qué año entró al Moderno?

Fernando Gómez Baquero (FGB): Yo entré al Moderno en el año 1984. Tengo recuerdos muy bellos. Era muy pequeño y me costó trabajo hacer amigos al comienzo, era muy tímido hasta grande. Gracias a mis amigos y a un profesor perdí la pena.

Recuerdo con mucho cariño a la comunidad, estudiantes, empleados y profesores. Años después de salir del colegio es cuando uno se da cuenta lo única que es la familia del Gimnasio Moderno. Mis amigos y la gente que trabajó en el Colegio son mi familia. Mi transcurso por el Moderno me dejo amigos con los que actualmente tengo comunicación y no sólo eso, si no los valores y los principios que me dieron, como si fuera mi casa.

(LC): ¿Recuerda algún profesor de sus primeros años de colegio?

(FGB): La verdad no recuerdo quién era mi profesora de Montessori, pero siempre me acordaré de María Helena Amador que desde que tengo memoria recordaba mi nombre y apellidos, e igual lo hizo con miles de estudiantes que pasaron por el colegio. También recuerdo mis profesores de Primaria y Bachillerato, recuerdo sus rostros, eran muy humanos, me exigían y esa disciplina es lo que me arraiga hoy en día.

No me enamoré de ninguna profesora. Creo que mi amor en el Colegio fueron las materias: Química, Cálculo, Filofísica. Y un desamor por la Educación Física del que me arrepiento porque ahora sé lo importante que es.

Me marcaron muchos profesores. Siempre recordaré los tableros perfectos del profesor Triana, el equipo titular de Obonaga, el banco de datos de Gerardino, las clases de música de Marta, Nohra y Manduco, y todos los demás que me dieron un poco de su conocimiento de manera abierta y generosa. Les tengo gratitud a todos.

(LC): Las excursiones son muy importantes para los gimnasianos. ¿Recuerda alguna?

(FGB): Claro. Sin duda la excursión a Ciudad Perdida. Fue una caminata por días, nos tocó dormir en hamaca, ver animales que nunca había visto, y conocer una de las muchas maravillas que tiene Colombia. Siempre me hará recordar lo increíble que es nuestro país. En general me encantaron todas las excursiones. Tuve la oportunidad de ir a la mayoría y es algo que recuerdo con mucho amor y que me hace crecer como persona, el haber y seguir conociendo a mi bella Colombia.

(LC): Además de la ingeniería, la música también estuvo en su vida…

(FGB): Los últimos años del colegio tuve la fortuna de tocar saxofón con una banda que Manduco armó: Mango Bongo. Esa banda me ayudó a ser menos tímido y me gustaba mucho. Desafortunadamente, al tener que prestar servicio militar, y dejé de tocar en Mango Bongo. Luego de un tiempo ese grupo se convirtió en el ya conocido Mauricio y Palo de agua. Así que por el ejército me perdí la oportunidad de ser una superestrella de la música tropical.

(LC): ¿Cree que su paso por el Moderno definió su vida?

(FGB): Por supuesto. Siempre pienso que sería una persona diferente si hubiese estado en otro colegio. Y pienso que la mayor cualidad del Gimnasio es su capacidad de enseñar la parte humana, lo que va más allá de lo académico. En el Gimnasio aprendí que lo que hago día a día tiene un impacto más allá de mi mismo, y que debo ayudar a las personas que me rodean.

Los Gimnasianos somos una familia. Siempre me impresiona que cuando conozco a un Gimnasiano es como si estuviese hablando con alguien de mi familia, con los mismos valores y visiones. No importa en qué lugar del mundo, nuestra familia siempre se conecta y se ayuda. La enseñanza y los valores que nos dieron en el Moderno son esos principios que nos formaron desde nuestra niñez y adolescencia que hoy en día valoramos y los ponemos en práctica.

(LC): Para Ud., ¿qué es el Espíritu Gimnasiano?

(FGB): El Espíritu Gimnasiano es la idealización de lo que significa ser una persona que contribuye a la sociedad, que se preocupa por su comunidad y que se esfuerza por ser mejor, cada día. Sentido de pertenencia, compañerismo y responsabilidad social es lo que un Gimnasiano porta cada dia y que fácilmente se puede conocer entre nosotros nos gimnasianos.

(LC): ¿Qué consejo le daría a los gimnasianos de hoy en día?

(FGB): Que tomen la ética y el espíritu de colegio y la usen para conectarse con el mundo. En Gimnasiano no es bueno porque esté en el colegio, sino porque usa sus conocimientos para mejorar el mundo. Y que cuiden y ayuden a toda la familia Gimnasiana.