ALEJANDRO ESCALLÓN

 

En esta edición de La Cartelera presentamos al exalumno de la promoción 1975, Alejandro Escallón Lloreda, médico de la Universidad Rosario, e investigador de la Universidad de Miami y de la Universidad Mount Sinai, Medical Center de New York, Estados Unidos. En la actualidad, Escallón además de atender en su consultorio particular, es presidente de la Fundación para la Investigación y el Desarrollo de la Educación Especial, FIDES, cargo que ha ejercido desde 1998.

Aquí la entrevista:

La Cartelera (LC): ¿Cuál es su primer recuerdo del Moderno?

Alejandro Escallón LLoreda (AELL): Soy Gimnasiano de toda mi vida, desde Montessori hasta Grado Sexto. Me gradué en el año que se murió don Agustín, por lo que cargué el ataúd. Fue una ceremonia muy linda en la que los estudiantes de último año entramos al colegio y nos arrancamos el escudo, para después lanzarlo a la tumba, mientras cantábamos el Himno del Colegio, en el momento en el que bajaba el féretro de don Agustín. Fue un momento muy emotivo.

(LC): ¿Se acuerda de su primer momento en el Gimnasio?

(AELL):  Si, cuando llegue sentí terror y pánico. Me daban pánico todos mis compañeros, lloraban, pataleaban, yo no conocía a nadie y me decían que no podía llorar. Pero como es lógico, poco a poco me fui integrando. Entré a Montessori. El Moderno de ese entonces era un colegio que permitía que cada uno construyera su mundo, sus cosas. Muy interesante, estoy muy agradecido estoy con el Gimnasio por eso.

(LC): ¿Se acuerda de sus profesores?

(AELL): Sí, de casi de todos. Fanny Pinilla fue la primera. Después Cielo Duque, quien fue voluntaria FIDES, y Cristina Esguerra. Alba Rubio, a quien me la encuentro todavía. Ella era muy estricta, pero gracias a ella entendí que se necesita mano fuerte en Quinto de Primaria, año en el que los muchachos son rebeldes y necesitan que los eduquen y organicen. Todas ellas me dieron lecciones no solamente académicas, también humanas. En Primero de Bachillerato conocí al profesor Pinzón Barrera, quien nos tenía la ortografía a raya, nos hacía dictados todos los días y gracias a eso, hoy, además de todo lo que hago, escribo para un periódico para pacientes, y estoy feliz escribiendo. Después vinieron los profesores Prieto y Cortés. Los recuerdo con inmenso cariño.

(LC):  Cuéntenos sobre sus amigos…

(AELL): Yo era poco amiguero. Mi mejor amigo de ese entonces fue José Gabriel Samper Pizano, que falleció cuando salimos del colegio. Él fue mi mejor amigo, lo recuerdo como una persona muy simpática, alegre, que cantaba, era bueno en Sociales e Historia. Yo era bueno en Matemáticas, me hacia adelante de él en el salón, para que se copiara en todos los exámenes y él me soplaba todas las respuestas de Cívica. Pasábamos juntos en todo momento, en los recreos, en los exámenes, yo creo que el Bachillerato lo hicimos entre los dos.

(LC): Es tradición en el Moderno las excursiones ¿recuerda alguna?

(AELL):  Fui a todas las excursiones del colegio, en la primera fuimos a los Llanos Orientales. El año siguiente recorrimos con el profesor Pinzón Cúcuta, Bucaramanga y Boyacá. El siguiente año con el profesor Zúñiga conocimos Cali, Popayán, Tierradentro y San Agustín. Esa fue una excursión muy interesante, muy bonita. En Tercero de Bachillerato con el profesor Triana Beltrán nuestro destino fue Cartagena, Tulum, Medellín y Manizales, encantador. La excursión de Cuarto de nuevo fue a los Llanos Orientales pero esta vez a Caballo. Afortunadamente, llevé mi equipaje, mi silla, mis riendas y todo, me fue muy bien, dormimos en hamaca, perdí bastantes kilos de peso por la mala comida. Una experiencia que recuerdo con cariño. La última excursión fue al Parque Tayrona donde acampamos.

De todas, la que más me impactó fue la de los Llanos, una experiencia totalmente diferente a todas.

(LC): ¿Es fácil identificar a un gimnasiano?

(AELL): Yo creo que sí. He conocido gimnasianos extremos, inclusive hace un par de años conocí una persona importante que no tuve que preguntarle si era gimnasiano, tenía los botones del saco con el escudo del Gimnasio. Los gimnasianos de pura raza adoran a muerte el colegio, y se reúnen, piensan, hablan y respiran por el Moderno. Pero hay otros, que se notan por la forma de ser. El Gimnasio imprime un carácter, que es difícil de describir, pero es fácil de ver. Muchas veces sólo un gimnasiano entiende cómo es uno. La forma de ser, de comportarse, de saludar, de dar la mano, son una impronta, un sello indeleble que le ponen a uno en 13 años de colegio. Eso es el espíritu Gimnasiano, es una cosa que yo no lo podría describir pero que se siente.

(LC): Ahora bien, ¿cómo un médico urólogo se vincula a FIDES?

(AELL):  Mis padres ayudaron a fundar FIDES. La Fundación fue creada por un grupo de familias que tenían hijos con discapacidad cognitiva con el único objetivo de ayudar a todas las personas con esta condición en el país, con educación, rehabilitación, habilitación y terapias. Empezaron a hacer los proyectos y obviamente los hijos de los fundadores nos fuimos involucrando. Me enamoré de la entidad. Yo empecé cuando estaba en el colegio, primero como fotógrafo, luego repartía los refrigerios, después limpiaba los baños, etc.

En 1988 cuando era médico graduado y residente de urología pase por el Moderno y hablé con don Guillermo Quiroga, vicerrector del momento  y le conté que queríamos que los estudiantes fueran voluntarios de un proyecto con niños especiales, en entrenamiento y capacitación. Todo el Consejo Directivo aprobó la iniciativa y empezamos un proyecto que lleva 32 años y ha sido pionero a nivel nacional y un ejemplo importante a nivel mundial, un colegio de estrato seis en Colombia, haciendo una labor social con los estudiantes. Estamos cambiando filosofías, cambiando mentalidades.

Una vez llevamos a un grupo de gimnasianos a unas olimpiadas en Medellín y vimos que los muchachos se levantaban a las dos de la mañana a lavar, a bañar, a cambiar a los niños. Nosotros vimos que este proyecto ha cambiado y ha madurado con el paso de las generaciones.

Hoy en día estamos más involucrados con el Moderno, hay un estudiante con Síndrome de Down en el colegio. Apoyamos al Rector, a los docentes y a los de psicología para que su proceso de inclusión sea exitoso. El niño y sus papás están felices.

 (LC): Para terminar ¿qué consejo le daría a los gimnasianos de hoy?

(AELL):  El mismo consejo que le dio la mamá a Juanes, el cantante: «La vida es un ratico». Así que aprovechen al máximo lo que pueden hacer con su vida, en un parpadeo van a ser adultos y ya no van tener el tiempo para disfrutar. Hay tantas cosas por hacer, les digo que aprovechen, viajen, hagan cosas diferentes, aprovechen a hablar con sus maestros y sobretodo que AYUDEN.