La Asociación entrevistó a Alberto Carrizosa, exalumno de la promoción 1957, ingeniero civil de la Universidad Javeriana. En sus primeros cinco años como profesional fue profesor de esta universidad y se encargó de la clase de matemáticas de primer semestre, posteriormente estuvo vinculado con una firma de ingeniería de diseño llamada Ingetec haciendo parte de proyectos de centrales eléctricas, diseño de túneles, canales, compuertas, presas, y todo lo relacionado con la ingeniería hidráulica.
Participó en el corrimiento del edificio Cudecom (6 de octubre de 1974), como diseñador y constructor del sistema de control, bajo la cabeza de Antonio Páez Restrepo, quien ganó el premio nacional de ingeniería de la Sociedad Colombiana de Ingenieros como líder del grupo que trabajó en el corrimiento.
Asociación de Exalumnos del Gimnasio Moderno (AEGM): ¿En qué año inició en el Gimnasio Moderno?
Alberto Carrizosa (AC): Cursé en el Gimnasio Moderno desde 1948 en 2do. de primaria (mamá se encargó de mis primeros años en la casa), y me gradué en el año 1957.
Primer año de colegio-1948
AEGM: ¿Qué es lo que más recuerda con cariño del colegio?
AC: Todas las maestras y maestros, pues eran muy cariñosos, muy particulares y especiales con nosotros, los recuerdo con mucho cariño. Pero hay algo que yo recuerdo con mucho más cariño del colegio: la biblioteca. Resulta que siempre he sido un lector apasionado, desde que tengo siete años; todos los regalos míos de cumpleaños y de navidad siempre eran libros, tenía una biblioteca que me servía como un espacio personal para dejar volar mi imaginación, leía algunos libros y como cosa muy curiosa hace como un año visité la nueva instalación de la biblioteca y me encontré con los mismos libros de Julio Verne que yo leía después del almuerzo, lo cual me trajo un muy buen recuerdo del Gimnasio.
AEGM: Para usted, ¿Qué es el Espíritu Gimnasiano?
AC: Es una definición compleja. Yo pienso que es un conjunto de actitudes adquiridas en el colegio, resultado de lo que don Agustín promovía siempre, que era “Educar antes que instruir”. Ese espíritu Gimnasiano incluye mucho autocontrol, incluye mucho pensamiento crítico y sobre todo una ponderación del medio donde se está preparando la educación de los muchachos, teniendo presente que el Gimnasio ha sido parte importante de la historia colombiana.
AEGM: ¿Cómo identificar a un Gimnasiano?
AC: Generalmente por su manera de hablar, curiosamente la mayoría de los Gimnasianos son autocríticos y cuando hablan tienen una manera muy particular de expresar las ideas y de decir que es lo que están pensando muy claramente, eso hace que uno, de una manera muy fácil, pueda identificar a un Gimnasiano.
AEGM: Usted perteneció a la Banda de Guerra, ¿cree que pertenecer a la banda marcó de alguna forma su vida?
AC: Si, por supuesto, la Banda de Guerra se fundó en el último año que yo estuve, fue un gran logro, sobre todo, porque tuvimos que convencer a mucha gente, entre ellos al Prof y a don Agustín, que más o menos estaban convencidos, pero había un personaje en el Gimnasio, encargado de la plata, que se llamaba don Benjamín Casavianca y a él tocaba convencerlo y eso sí que era todo un logro. La Banda de Guerra fue una cosa muy importante cuando se fundó, hoy en día es obviamente un tesoro del Gimnasio.
Fundadores Banda de Guerra 1957
AEGM: ¿Qué profesor marcó su vida?
AC: Definitivamente El Prof. Él era una persona que sabía de todo. Tuvo la osadía de enseñarnos teoría de la relatividad y para eso fabricó unos tomos empastados de su puño y letra con todos los principios de la teoría de la relatividad, eso fue una cosa que me marcó en muchos sentidos, porque además era algo completamente novedoso y otra cosa que me impactó, fue una vez en el año 1956, que entró brincando a la clase, y cuando le preguntamos porqué estaba brincando y porqué se estaba riendo y gritando dijo: -Es que acaban de descubrir el neutrino que es una partícula subatómica- fue la primera partícula realmente importante que tuvo un descubrimiento fenomenal.
Otro personaje que marcó mi vida fue don Arturo Camargo, tanto que creo que una de las razones por las que estudié ingeniería civil, fue debido a él.
AEGM: ¿De ahí surgió su carrera profesional?
AC: Fuera de ese punto de don Arturo yo diría que hubo una influencia importante en mi casa, es decir, él influyó en gran parte, pero en mi casa algunos fueron matemáticos.
Cuando estábamos en sexto hubo una serie de conferencias que el Gimnasio nos dio para que pudiéramos establecer que queríamos estudiar en la universidad y vinieron profesores de medicina, arquitectura, ingeniería, etc., que nos decían por qué ellos creían que nosotros deberíamos estudiar lo que ellos habían estudiado, y yo recuerdo eso con mucha alegría, porque el profesor que nos dio la conferencia sobre ingeniería, curiosamente fue después mi profesor en la universidad de ecuaciones diferenciales y ecuaciones integrales, era una persona inmensamente interesante
AEGM: ¿Qué recuerdo particular tiene de su paso por el Gimnasio Moderno?
AC: Uno recuerda muchas pilatunas que es mejor no contarlas, digamos que hay tres cosas que recuerdo particularmente, de las cuales en las reuniones que he tenido con mis compañeros las hemos estado conversando: en el año 48 que yo entré al colegio hubo muchos acontecimientos nacionales que marcaron gran parte de la vida de la nación, como fueron los presidentes: Mariano Ospina y Laureano Gómez, la muerte de Gaitán, la subida de Rojas Pinilla y el Frente Nacional. Recuerdo también el Bogotazo, recuerdo que nos llevaron en bus y nos dejaron en la carrera 14 con calle 34 y recuerdo que había dos ametralladoras en frente de la raqueta apuntando a la entrada para proteger a los delegados de la 9na Conferencia Panamericana, que yo creo que muchos saben, pero pocos recuerdan que se hizo en el Edificio de Bachillerato del colegio.
Ese es un recuerdo que tengo muy vívido a pesar de que tenia ocho años, otro recuerdo que tengo es de un famoso Torneo de Polo en burro. Resulta que en junio que es en la fecha donde el colegio hace su ternera a la llanera, hicieron un torneo de polo en burro, muy simpático porque resulta que el problema no era montar en el burro y jugar polo si no que era llevar el burro a donde estaba lo bola de polo, eso era prácticamente imposible. Recuerdo que había un muchacho de sexto que se apellidaba Paternostro, que le tocó un burro que no se movía, ni a la bola ni nada y todo el partido lo pasó halando el burro de un lazo o empujándolo por detrás para poder jugar.
Otro recuerdo que tengo del Gimnasio es que se hicieron dos becerradas en dos años consecutivos, se hacia un entramado de madera frente al Centro Cultural en la cancha de futbol y ahí se toreaban unos becerros.
(AEGM): ¿Cuál es la excursión que más recuerda?
Excursión Nevado del Tolima- Muerto en la quebrada
AC: Una excursión que recuerdo mucho fue una que hicimos al nevado del Tolima. Nos fuimos a una finca de un compañero que se llama Hernando Londoño, la finca se llamaba El Rancho, quedaba a 2600 metros sobre el nivel del mar y cinco grados de temperatura porque era páramo, nos fuimos caminando ida y vuelta ocho horas al nevado del Tolima y en el trayecto nos cruzamos con una quebrada de aguas preciosas, cristalinas y muchos tomaron agua de esa quebrada. Volvimos a cruzar la quebrada y había siete muertos de los cuales cuatro estaban lavados por la quebrada, habían sido matados por las entonces guerrillas por escopetas de perdigones; por supuesto los que habían tomado agua abajo, apenas vieron eso, trasbocaron de la forma más impresionante.
Finalmente llegamos hasta la nieve y era una cosa por lo menos para mí novedosa, de ahí bajamos a una finca del papá de Roberto Villaveces, que se llamaba Carlos Villaveces quien después fue ministro de obras publicas de Rojas Pinilla. La finca se llamaba La Chamba, allá hicimos una becerrada y toreamos, estábamos a 40 grados de temperatura, luego nos montamos en una balsa en el Río Magdalena, y en general, esa fue una excursión realmente inolvidable.
En mi época también se hacia la excursión a la Guajira, tengo una anécdota que no puedo contar, pero si, la gente llevaba sus Jeeps y era una excursión buenísima.
(AEGM): ¿Acompañó al Prof a la finca?
AC: No, supe de la finca de El Prof pero no tuve la oportunidad de ir allá. Del Prof está el recuerdo de un millón de cosas y de un Jeep que tenia prácticamente de la segunda guerra mundial que era toda una joya en el colegio. En el colegio teníamos tres joyas, una era el Jeep del Prof, otra era el bus del colegio y la tercera era el carro de Don Benjamín. Como decíamos en una conferencia que tuvimos hace poco con personajes que estuvimos en la Banda de Guerra, Don Benjamín era amarradísimo, era tan amarrado que cuando llegaba al colegio a la entrada apagaba el carro y lo dejaba rodar para no gastar gasolina, eso lo digo claro, con mucho respeto y cariño.
(AEGM): ¿Qué está haciendo actualmente?
AC: Yo estoy pensionado, trabajé mucho tiempo en hidráulica, diseñé muchos túneles, trabajé mucho en represas, centrales hidroeléctricas, en una oportunidad corrimos el edificio Cudecon, algunas empresas con las cuales trabajé, en algunas oportunidades me piden alguna asesoría, pero tener un nieto estudiando economía y dos niñas en el colegio todavía hace que uno tenga que responder muchas preguntas, muchísimas, volver a recordar muchas cosas.
Hace muchos años soy radioaficionado, además soy telegrafista y he participado en un par de excursiones a la Isla de Malpelo y la Isla de Serrana.
(AEGM) ¿Cree que su paso por el Moderno definió su vida?
AC: Es muy difícil que uno este en un colegio por mas de diez años y en algo no defina la vida de uno. En alguna oportunidad escribí un par de artículos para el Aguilucho, en otra oportunidad cuando llegaron los satélites artificiales, El Prof me dijo que diera una conferencia sobre satélites artificiales en el colegio; todo eso definió el carácter de uno, pero una de las cosas que lo define a uno en el Gimnasio, es que, la verdad es lo más importante que hay, el Gimnasio le define a uno una manera de pensar y una manera de actuar en la vida y entre ellas la verdad es la mas importante, uno es un adicto a la verdad.
Bachilleres Promoción 1957
(AEGM): ¿Qué consejo le daría a los Gimnasianos de hoy en día?
AC: Yo les diría que no olviden su historia, quien no conoce su historia cuando es mala está condenado a repetirla, que no olviden su historia, cuando uno esta diez o quince años y hace parte un grupo, uno empieza a formar parte de la sociedad con ese grupo, ese grupo pasa a ser parte de la familia de uno, con ese grupo uno comparte sus ilusiones, comparte las cosas buenas, las cosas malas, los contratiempos, los logros, yo le diría a ellos que no se alejen de ellos mismos y que piensen que eso que pasaron en el Gimnasio, es una oportunidad que tuvieron para hacer sociedad y compartir sus cosas con otras personas, pero además hay un consejo que yo les daría que me parece siempre importante y es: no piensen que el éxito en la vida es tener dinero, o es estar en posiciones importantes, o ser personas que descuellan en logros materiales, hay un literato que se llamaba Ralph Waldo Emerson, que nació en 1803 y murió en 1882 y tiene una definición del éxito que si me permites me gustaría leerla dice: “El éxito es reír mucho y a menudo, ganarse el respeto de las personas inteligentes y el aprecio de los niños, merecer el elogio de los críticos sinceros y mostrarse tolerante con las traiciones de los falsos amigos, saber apreciar la belleza y hallar lo mejor en el prójimo, dejar un mundo algo mejor, bien sea por medio de un hijo sano, de un rincón de jardín o de una condición social redimida, saber que al menos una vida ha alentado más libremente gracias a la nuestra, eso es haber triunfado” me pareció que esa definición es algo que uno siempre debe tener presente, no es tener dinero si no reírnos siempre que podamos.
Agradecemos a nuestro querido Alberto por su tiempo y por compartir con nosotros sus recuerdos más preciados del colegio.
Es sin duda, un #GimnasianoParaSiempre.